El mundo de la publicidad y la gastronomía se encuentra en un punto clave donde la estética visual lo es todo. Cada vez más marcas, productoras y agencias de publicidad buscan transmitir emociones, calidad y sabor a través de la imagen. Aquí es donde entra en juego la figura del food stylist o home economist en España: un perfil profesional especializado en preparar, presentar y mantener los alimentos perfectos delante de la cámara.
¿Qué es un food stylist o home economist?
Un food stylist es la persona que se encarga de que los alimentos y bebidas se vean irresistibles en fotografía y en rodajes audiovisuales. No se trata solo de cocinar, sino de dominar técnicas específicas que aseguren que cada producto luzca fresco, apetecible y estéticamente equilibrado bajo los focos.
El término home economist se utiliza mucho en el sector audiovisual internacional, especialmente en rodajes de publicidad, para definir este mismo rol. En España, cada vez es más común que ambos términos se utilicen de forma intercambiable.
El trabajo de un food stylist en España
Ser food stylist en España implica colaborar con fotógrafos, directores de arte, agencias de publicidad y productoras audiovisuales. El trabajo puede abarcar desde campañas publicitarias de grandes marcas de alimentación y bebidas hasta catálogos, spots de televisión o fotografía editorial.
Algunas de las funciones principales son:
- Preparación de alimentos y bebidas para rodajes y shootings.
- Creación de mockups o pruebas previas para campañas publicitarias.
- Estilismo de productos efímeros (como helados o bebidas frías) para que resistan en plató.
- Supervisión de la continuidad estética durante el rodaje.
- Coordinación con cocina, dirección de arte y producción para lograr coherencia visual.
La importancia del food styling en la publicidad
En un mercado competitivo como el español, las marcas necesitan destacar a través de imágenes que transmitan confianza, calidad y deseo. El food styling es el puente entre el producto real y la percepción del consumidor.
Un café con la espuma perfecta, un helado que no se derrite o un plato tradicional que transmite cercanía y sabor son ejemplos del valor añadido que aporta un food stylist.
España como escenario creativo
España es un país con una fuerte cultura gastronómica y audiovisual. Rodajes en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Donostia o Valencia cuentan cada vez más con profesionales del food styling para reforzar el impacto visual de las campañas.
La combinación de tradición culinaria y creatividad visual convierte a España en un lugar idóneo para el desarrollo de este perfil profesional.
Conclusión
El food stylist / home economist en España es mucho más que un estilista de alimentos: es un puente entre el producto, la cámara y el espectador. Su labor no solo embellece, sino que también ayuda a las marcas a comunicar sus valores y a posicionarse en un mercado cada vez más visual y competitivo.
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